Maar de La Posadilla o Fuentillejo (Valverde. Ciudad Real)

¿Qué encontrará en este paseo?

Fuentillejo, también denominado La Posadilla, es uno de los maares mejor estudiados de Campo de Calatrava mediante tomografía eléctrica y sondeos mecánicos con recuperación de testigo continuo que se realizaron en 2001. Fuentillejo ha sido el modelo para definir los dos tipos de maares existentes (Hard-subtrate y Soft-substrate) en esta región volcánica y la precipitación de dolomita primaria en estas lagunas volcánicas. Este entorno volcánico está declarado “Monumento Natural de la Laguna y Volcán de La Posadilla” (Decreto 207/1999).

La erupción freatomagmática del maar de Fuentillejo originó un cráter de tipo “hard-substrate maar” o «maar de sustrato duro» que tiene una forma de embudo (Martín-Serrano et al., 2009), donde en su cráter se ha albergado una laguna. Esta erupción está asociada a la fractura de desgarre de componente E-O que atraviesa la sierra de las Medias Lunas, a la que se asocian otras fracturas transversales de dirección NO-SE. Esta fracturación favoreció la formación de pequeños acuíferos que interaccionaron con el magma. La erupción freatomagmática tuvo lugar entre pizarras y cuarcitas del Ordovícico inferior en la Sierra de Medias Lunas, formándose un cráter y una oleada piroclástica de 4 km de longitud que avanzó hacia el norte y alcanzó el valle del Guadiana. Tiene un diámetro externo de 1.400 m e interno de 450 m y contiene un registro sedimentario lacustre de 142,4 m de espesor, con una edad estimada en 850.000 años BP según los estudios paleomagnéticos y se han definido 23 unidades sedimentarias.

Desde su origen ha sido un sistema lacustre cerrado, con tres abanicos aluviales principales que han aportado material siliciclástico y volcánico. De esta forma, el nivel del agua en la laguna depende fundamentalmente del balance entre precipitación y evaporación y no hay evidencias de aporte por aguas subterráneas, pero en el caso de existir, procederían de algún pequeño acuífero fisural. Por ello, este sistema lacustre es muy sensible a los cambios en el balance hidrológico regional.